VALÈNCIA. El pasado mes de mayo la relación entre Sumar y Compromís, que concurrieron conjuntamente a las elecciones autonómicas y europeos y que actualmente forman alianza en el Congreso, sufrió una grieta importante que apuntaba a una posible ruptura. 

El partido cuya líder visible es la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, evitaba satisfacer la petición de su socio valenciano de incluir a Pedro Sánchez entre los comparecientes de la comisión de investigación de la Dana en la Cámara Baja, una circunstancia que causó un fuerte malestar en Compromís.

Más aún, desde la coalición valencianista crecieron las voces que ponían sobre la mesa la ruptura de la alianza. De las tres patas de Compromís, Més (antiguo Bloc) y Verds se inclinaban por el abandono, mientras que en Iniciativa eran partidarios de mantener el pacto.

El enfado ocasionado propició un acuerdo en Compromís para dar un ultimátum a Sumar con el objetivo de reformular la relación existente, con la exigencia de independencia de voto, interlocución directa con el Gobierno de España y, en definitiva, el cambio en el funcionamiento del grupo parlamentario hacia un modelo confederal.

Este planteamiento dio lugar a diversas reuniones en Madrid la pasada semana donde, aunque se produjeron acercamientos entre las distintas sensibilidades de Sumar y Compromís, no se cerró un acuerdo. 

En ese impás, el pasado jueves estalló la crisis en el PSOE tras levantarse el secreto de sumario en el caso Koldo con importantes novedades respecto a posibles amaños de contratos que salpicaban al secretario de Organización de la formación socialista, Santos Cerdán, un terremoto informativo que envió la negociación entre Sumar y Compromís a un segundo plano informativo sin que se produjeran novedades durante el fin de semana.

No obstante, la delicada situación del principal partido del Gobierno de España, también ha contribuido a acentuar las posiciones proclives a la ruptura con Sumar dentro de Compromís, según señalan fuentes de la coalición. Así, este lunes se produjo una reunión de la ejecutiva permanente de la coalición donde se puso sobre la mesa este nuevo factor dentro del tablero político: en Més y Verds-Compromís, posición favorable a la ruptura se encuentra todavía más acentuada, mientras que en Iniciativa se celebraba en la tarde ayer una larga reunión de la ejecutiva para debatir sobre la cuestión, que según las fuentes consultadas no terminó en una conclusión definitiva, si bien la posibilidad de plantear la salida ya no se descartaba como en días anteriores.

Las fuentes proclives a dejar Sumar reiteran que las razones van más allá de la comisión de investigación de la Dana y de la propia crisis del PSOE y subrayan que "llueve sobre mojado" respecto a otras cuestiones como la falta de determinación para abordar la reforma de la financiación autonómica o el impulso a la ampliación del Puerto de Valencia -a la que Compromís se opone- apoyada por el Gobierno.

Con este escenario, todo apunta a que en los próximos días se convocará una ejecutiva de Compromís para determinar si se produce o no la ruptura con Sumar, si bien las distintas fuentes consultadas apuntan a que la "salida tranquila" es la que consideran más probable en estos momentos.